viernes, 22 de agosto de 2008

"Desembozados y provocadores"


A principios de mes, en el suplemento Soy del diario Página 12 de Argentina, se publicó un artículo sobre las animaciones con sello queer. En el mismo, se comenzó por la era Disney, "tímida y ambigua", luego se pasó a la época Simpson, "desembozados y provocadores", y finalmente la referencia a la actual, "con impronta cyborg, compleja y atractiva".

Acá, el texto completo. A continuación, transcribimos lo hecho por Diego Trerotola al respecto de nuestra serie preferida:

"The Celluloid Closet", de Vito Russo, fue el primer libro dedicado sistemáticamente a discutir las sexualidad diversa en las películas de la historia del cine. Pero el cine de animación, perfilado principalmente para el público infantil, apenas estaba mencionado en esa discusión. Sí se mencionaban, al pasar, un par de personajes secundarios de películas de Disney, como ejemplos de relaciones ambiguas. Por un lado, estaban el zorro y el gato de Pinocho, que entonan una canción para seducir niños, con una letra que decía “la vida del actor es gay”. También está el adorable GusGus, ratón rechoncho de Cenicienta que la ayuda a terminar el vestido, y es increpado por una ratona para que deje de hacerlo porque “la costura es para mujeres”. Poco y nada: Russo tuvo que enfrentar ejemplos mínimos. En las puertas de la década del ’90, tras casi una década de la publicación de "The Celluloid Closet", la situación cambió radicalmente con "Los Simpson", serie que convirtió la animación en un género más revolucionario: no sólo Smithers, el secretario gay del señor Burns, sino una gran cantidad de personajes en distintos capítulos hicieron de la familia amarilla una saga queer que combatía los límites pacatos del dibujo animado. Y la película de "Los Simpson", el año pasado, fue por más: había un desnudo frontal de Bart, Homero se enamoraba de un chanchito drag en un gesto de amour fou zoofílico, y los juegos presexuales de Marge y Homero eran una parodia de Cenicienta, marcando el fin de la inocencia Disney. Era de esperar que Matt Groening no claudicara en su impronta queer: además de "Los Simpson", él creó, y sigue dibujando, la historieta Akbar & Jeff, protagonizada por una extraña pareja gay. Sin embargo, es difícil sostener que las desventuras de la familia Simpson sean una serie para público infantil, pero es verdad que empujó la animación del nuevo milenio a ser más madura y diversa, sexualmente hablando. Y así, la animación digital infantil metió el dedo en la llaga queer.


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